Argentina, cabalgando el país gaucho.
- J Molina Atehortúa
- 21 ago 2017
- 9 Min. de lectura

Día 1: Punto desconocido - San Martín de los Andes
Después de haber pasado la noche en la carretera, levanté todas mis cosas y me dispuse a continuar mi camino, así pedalee, pasee Junín de los Andes después de 3 horas de pedaleo más 1 de descanso, llegué siendo las 13 hs, todo era demasiado caro, así que no pude comer en un restaurante y apenas conseguí ir al supermercado, comprar agua porque ya había terminado, de nuevo pan, mortadela y atún, estaba pedaleando hasta con pantalón jean porque era bastante frio, por más que pedaleara parecía que mi cuerpo no se calentara.

Comí algo de lo que compré y decidí seguir hasta San Martín de los Andes para acercarme a Bariloche y hacer la ruta de los lagos que todo el mundo ya me había recomendado y por lo que me decía era hermoso.

De nuevo la entrada de toma eléctrica cambió en Argentina, intenté guardar la batería tanto como pude, usar apenas el celular para tomar algunas fotos o para ubicarme en el GPS, sin embargo la bateria comenzó a acabar; al llegar a San Martín de los Andes siendo casi las 6 pm, después de buscar y buscar un hostal barato que no encontré, tuve que pagar cerca de 80.000 pesos colombianos (450 pesos argentinos) para una noche de hotel, fue lo más barato que encontré y aun así no pude cargar mi celular porque la toma no era ni la de Colombia ni la de Chile con la que tenía adaptador, mi celular descargó y solo tenía un par de fotos que había tomado hasta San Martín.

Me sentía algo triste, pues el pago me pareció excesivo y además no podría retratar los lagos, ya que mi celular estaba sin batería; me animé solo pensando en que lo importante es guardar cada momento en la mente y así fue, sin embargo traeré fotos de internet para mostrar aqui la belleza de estos lugares.
Dia 2: San Martín de los Andes - Villa La Angostura.

Desde San Martin hasta Villa la Angostura, está lleno de paisajes hermosos, cada pedalada, cada kilómetro, recorrido era una espectáculo maravillosos, lagos azules, piedras redondeadas al rededor de ellas, si no el tiempo hubiera sido otro, me hubiera encantado tomar baño en estas lagunas, el contraste entre los árboles verdes, otros marrones por cuenta del otoño, piedras de colores y el azul de los lagos hacían de este un paisaje hermoso, podría pasar horas solo admirando esta hermosura.

Fueron 108 Kilómetros llenos de belleza, demoré casi 10 horas haciendo este recorrido pero no sentí cansancio, al final parecía que el viaje había sido corto.

Lamentablemente como no pude cargar mi celular en San Martín no pude capturar fotos para traer a este blog, sin embargo traeré unas de google, para mostrar toda la belleza que yo vi en este camino.
Llegando en Villa La Angostura, nuevamente se complicó mi situación, todo es más caro a medida que voy hacia el sur, los alojamientos demasiado caros, así como la comida; lo mínimo que pude pagar fue 470 pesos argentinos, y comprar por 100 pesos algo de comida, no podía continuar así, pues apenas estaba comenzando con Argentina y ya había gastado más de la tercer parte de mi presupuesto para ese país.
En el lugar que me hospedé pude cargar mi celular por fin, entrar en contacto con mi familia y hacer planes para el siguiente día, los dueños del Hostal me dijeron que Bariloche no era muy diferente de Villa La Angostura y era demasiado caro, así que aconsejado por ellos decidí no ir más hacia el sur y recorrer con Rumbo hacia Buenos Aires un largo camino que me obligaría a tomar de nuevo una dura decisión sobre mi viaje.
Dia 3 - 4 - 5: Villa La Angostura - Neuquén.

Este camino fue uno de los más difíciles, no llevaba mucha comida debido al alto precio de los alimentos, mi agua acabó varias veces, aunque no estaba seguro de si era saludable, llené mi botella con agua de rios que pasaban por la carretera, el viento estaba muy fuerte y el dia muy frio, el primer día de viaje no conseguí llegar a ningún lugar, debí de nuevo armar mi carpa en medio de la via, gasté una gran parte de bateria ese día usando el GPS, porque tomé un camino que no era principal pero me llevaría más rápido a Neuquén, ahorraría cerca de 20 Km.

En medio del frio armé mi carpa y pasé la noche, economicé tanta comida como pude para el siguiente día, fue una noche dura de pasar, muy fria, pero conseguí dormir algo, cada minuto que pasaba en ese frio, comencé a odiar el frio, el paisaje se volvió monótono, todo era lo mismo, todo era pampa, un viento fuerte y un frio insoportable, me sentía sucio y con muy poca energía.

Al siguiente dia pedaleando me sentía tan cansado me recosté a un lado del camino y dormí, no sé por cuanto tiempo, encendía mi celular apenas para ver la hora e intentar ubicarme en el GPS, pero cada vez la batería era menos hasta que por fin el celular se descargó, ya no sabía que tan distante estaba de una ciudad, así continué; pasé por algunos lugares poblados pero estaban con comercio cerrado, no pude abastecer mucha cosa, pero pude pedir agua, este segundo día tampoco llegué a alguna ciudad en la cual pudiera pasar la noche, nuevamente la oscuridad me tomó en medio del camino, con el frio, mi falta de energía era evidente, no aguanté y terminé por comer todo lo que restaba de comida, así me sentí mejor y dormí de nuevo en la carretera, por fortuna a pesar de que el frio era muy intenso ý el cielo estaba gris, no llovió, porque no estaba seguro de si mi carpa hubiese aguantado con lluvia.

Así llegó el tercer día y solo tenía agua, el paisaje monótono, el cansancio, cuando el agua acabó sentí que ya no aguantaba más, queria llegar a algún lugar, de nuevo solo sentí deseo de dormir, pedaleé, me senté y me recosté y sentí morir, era como si la única forma de recuperar energias fuese durmiendo, ya que con la falta de comida parecia que la fatiga y deseos de dormir solo aumentasen, así en ese paso, sin comida y sin agua conseguí llegar hasta Senillosa, allí pude comprar comida aunque cara, y agua, allí estaba a escasos Km de Neuquén que era la ciudad a la que deseaba llegar para hacer mi ruta hacia Buenos Aires que parecía cada vez más distante.

Cuando al fin llegué a Neuquén me sentí feliz, pero a la vez me sentia triste, había pasado tanta hambre y ni podía comer tanto como deseaba por culpa de los precios de los alimentos, en esta ciudad los precios eran demasiados altos para hospedarse y el tener que dormir de nuevo en la carretera no era una opción, el frio estaba llegando y era un frio de esos que nunca sentí en mi vida, no queria estar de nuevo afuera; me senté en una silla cerca de una plaza y allí llegó don Josué, un amable señor que sintió curiosidad por mi bicicleta y por saber de donde era; le conté mi historia y me dijo, si yo fuera vos iría de ómnibus porque de aqui en adelante solo verás pampa, lo mismo que ya viste y el frio no va a parar, en unos días será cada vez más frio y la próxima ciudad no la encontrarás en menos de 300 Km, seguimos platicando y después de que él se fue, sus palabras se quedaron en mi mente y hasta pensé que era una de esas señales que intentan salvarte la vida; así que lo escuché, fui a la terminal y compré el pasaje más barato hasta Luján un ciudad a 40 Km de Buenos Aires, ya que deseaba llegar pedaleando a Buenos Aires, este tipo de decisiones siempre complicaban mi mente porque era tomar una decisión que podía salvar mi vida, pero a la vez fragmentaban mi propósito de pedalear por el continente, sin embargo el instinto de sobrevivencia siempre es mayor.

Pagué 650 pesos, más 150 de la bicicleta que en últimas era más barato que los muchos días que debía estar en la carretera, era lo equivalente a dos noches de hospedaje en el sur de Argentina; en estos dias tomé varias fotos, pero cada foto era parecida a la anterior, era un paisaje demasiado monótono, solo tomaba una foto de mi mismo cada vez que llegaba a alguna población para convencerme de que estaba cerca de civilización, pero este trayecto no fue muy enriquecedor visualmente.
Dia 6: Luján - Buenos Aires
Llegando a Lujan fui a un café internet y pedí el favor a un amigo de Brasil llamado Gabriel que intentara buscar un hospedaje barato por medio de Airbnb, ya que no tenia mi celular y desde el computador no había podido conseguir couchsourfing y para pagar por Airbnb precisaría de tarjeta de crédito que no tendría, así el consiguió un lugar barato a unos 80 Km del lugar en el que estaba, allí tomé mi bici y pedalee hasta el barrio Nueva Pompeya, no era tan central, pero era muy tranquilo, allí me recibió Rosario y su esposo, decidí solamente dormir, estaba realmente cansado.

Después de despertar contacté a mi amiga Katherine, una amiga de la universidad quien ahora vive en Buenos Aires y hacía mucho no la veía, así mismo contacté con mi amigo Fábio , un argentino que conocí en Cusco, para verme con ellos y conocer la ciudad, así pude ponerme en contacto con los dos y más adelante pude ir y hospedarme con mi amigo Fabio quien fue muy amable conmigo e incluso me permitió verle actuar en una obra de teatro llamada La Orilla.

Con Katherine fueron los mejores paseos en Buenos Aires, comimos juntos, fuimos a teatro, reímos y reímos, así mismo conocí muchas otras personas, entre ellas conocí a Miriam, una mujer muy amable que trabajaba en el teatro donde mi amigo Fabio actuaba.

Buenos Aires es una ciudad gigante, llena de cosas lindas por conocer, cada vez que vas pedaleando aparece algo lindo que vale la pena retratar, además es una ciudad segura, aunque hay que andar siempre con cuidado pues fui asaltado por estar confiado; me senté en una plaza muy tranquila pero que estaba vacía y tenía mi celular sobre las piernas, de lanada salieron dos hombre, uno de ellos con cuchillo, me amenazó y me pidió todo lo que tenía, de esa forma le di mi celular y 200 pesos, pero también quería llevar mi bici, prácticamente lloré para que no la llevaran, y me dejaron ir en mi bici; aceleré para buscar la policia, pero solo la encontré 5 minutos después, cuando ellos ya habían desaparecido del lugar, de esa forma no pude recuperar mi celular.

Buenos Aires es una ciudad multicultural, muchas cosas por ver y visitar, una ciudad con una arquitectura hermosa, sin dua es una ciudad que me cautivó, además es ótima para movilizarse en bicicleta por la ciudad. Fue sin duda una de mis ciudades favoritas, de todas las capitales de América del sur, Buenos Aires es quizás la más organizada y desarrollada de todas, una ciudad que amé, donde conocí personas excelentes, llena de cultura, teatro, música y arquitectura, un lugar realmente maravilloso.

Infelizmente muchas de las fotos de Buenos Aires se perdieron con el robo del celular, pues no conseguí subirlas a la nube antes de ser robado.

Dia 7: Buenos Aires - Tigre

Este fue un recorrido corto, teniendo en cuenta que Tigre es un municipio que hace parte de la zona metropolitana de la ciudad, por lo que de repente parece que no se sale de la ciudad; sin embargo Tigre era una ciudad que queria conocer, ya que tiene una arquitectura europea muy bien conservada, tiene canales por los cuales corre el delta del Rio Luján, antes de llegar al Rio de La Plata.

Allí pude conocer a Pablo Potovski, quien me hospedó por medio del aplicativo Couchsourfing, un hombre de 50 años, que tiene planeado recorrer Europa en bicicleta y con varias historias de vida, tanto él como sus hijos fueron muy amables conmigo, y me mostraron su ciudad que sin duda es una de las más lindas de Argentina;por medio de él también pude conocer la aplicación WarmShower, que es una aplicación muy interesante para ciclo viajeros, ya que funciona como Couchsourfing, pero en este caso solo para ciclcoviajeros, esta aplicación me sirvió mucho en mi ciaje dse ese momento, es una lástima que no conocí la aplicación antes.

Dia 8: Tigre - Colonia del Sacramento.

Después de conocer la ciudad de Tigre por dos dias, decidí que era hora de partir hacia Uruguay y continuar mi viaje, en este caso quise atravesar el Rio de La Plata, ya que es una experiencia única poder cruzar el río más ancho del mundo, con la empresa Cacciola, que me llevaba desde Tigre hasta Colonia del Sacramento, pasando por Carmelo a un muy buen precio, además llevando mi bicicleta sin costo adicional; haciendo el análisis costo.beneficio decidí que esa empresa sería la mejor, aunque no tenía muchas comodidades como otra empresa me ofrecía todo lo que necesitaba durante las tres horas de viaje atravesando el Rio.

Así cruzando el Rio me despedí de Argentina y dí la bienvenida a un nuevo país.

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