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Bolivia, un corto trayecto.

  • Foto del escritor: J Molina Atehortúa
    J Molina Atehortúa
  • 17 jul 2017
  • 12 Min. de lectura

Bolivia es un país Andino, muy reconocido por su cultura indígena, llamas y ciudades muy andinas rodeadas de nevados; pues Bolivia es todo esto, un país donde su mayor desarrollo parece estar en la sierra, sin embargo también tiene selva y otros ecosistemas que permiten que tenga diferentes tipos de paisajes hermosos.

En mi caso solo tuve la oportunidad de conocer la Sierra y quedó pendiente hacer varias cosas que por motivos de comodidad no podía hacer como es el caso de la ruta de la muerte en bicicleta; ya que hacer esta ruta en una bicicleta sin suspensión y cono todas las cosas que cargaba en la bicicleta resultaba riesgoso, además al terminar el recorrido aun cuando era bajada en su mayoría estaría en la entrada de la Selva y para volver a Uyuni y luego Bolivia tendría que hacer otra ruta aún más alta y con mayores pendientes, por lo que este trayecto quedará para una próxima oportunidad.

DIA 1: Yunguyo – Copacabana

Este fue un viaje demasiado corto y fácil tan solo 12 Km en un terreno quebrado y con una buena calidad de pavimento, por lo que fue simple; lo único que llega a ser incómodo es el hecho de hacer la fila para salir de país y la fila para ingresar a Bolivia este trámite migratorio llega a ser bastante aburrido, pero siempre es tranquilo en mi caso lo fue.

Llegar a Bolivia fue muy satisfactorio, además de cruzar una nueva frontera me di cuenta que estaba en un país con precios muy cómodos, hospedajes y comida a buenos precios y con una belleza muy linda, el caso de Copacabana y su linda vista al lago Titicaca; pero pronto esa percepción se perdió.

Entrando en Copacabana encontré un hotel, cuarto sencillo, con WiFi, baño compartido con agua caliente, aunque sin TV, por tan solo 20 bolivianos que aproximadamente 4 dólares. Ese mismo día salí a conocer su centro histórico y la ciudad y pude adquirir un tour por 25 bolivianos, que suponía ida y vuelta a las islas del Sol y la Luna todo el día, aclarando en la agencia que el almuerzo no estaría incluido. Siendo así decidí comprarlo y volver al hotel para reservar otra noche, pero fue allí donde Bolivia se convirtió en una experiencia poco agradable para mí.

El Hotel por el cual había pagado 20 bolivianos, ahora era atendido por otro funcionario y este quería cobrarme 100 bolivianos porque e siguiente día era un día festivo, me pareció absurdo y dije que en ese caso solo sería una noche, saliendo de nuevo del hotel, me encontré con la persona que me atendió en un principio y ella dijo que si por el mismo precio, pero antes que ella registrara llegó el funcionario anterior y entonces dijo que por ningún motivo que como mínimo serían 80, les dije que no entendía cómo podía cambiar el precio en más del 100% de un día para otro solo porque era un día festivo y el señor respondió “Así es aquí amigo”. Si Bolivia era así debía buscar un nuevo hotel, pero aunque salí a buscar no conseguí nada, las personas de los hoteles en Copacabana no eran amables, muchos me dejaron hablando solo, me sentí un poco discriminado por ellos, solo en un hostal me atendieron bien, pero ellos me cobraron los mismos 80 bolivianos, siendo así no podría, así que pensé en dejar por ese día así y después ver cómo hacer, ya había comprado el tour de todo el día.

Al día siguiente, pedí para los funcionarios del hotel si podía dejar mi bici y mis cosas en su bodega porque iría al tour y volvería hasta la tarde, sin embargo me dijeron que debía pagar 50 bolivianos “otro tremendo absurdo” no había de otra, tuve que llevar mis cosas conmigo y por suerte en la empresa donde compré el tour, la persona era tremendamente amable y me dijo que podía guardarme todo sin problema, así comencé el tour por el Titicaca del lado Boliviano.

Conociendo otros turistas en la embarcación supe que tuvieron el mismo problema con sus hoteles, hice varios amigos en este viaje entre ellos a Pablo de Ecuador, Lucas de Brasil y a Cristóbal de Chile, el paisaje era maravilloso sin embargo tuvo varios problemas; primeramente “un guía da una charla” pero este pide dinero para los que estábamos allí (todos pensamos que al ser tour, cualquier tipo de explicación sería incluida); después de llegar a la isla de Luna había que pagar la entrada a la isla de la luna 10 bolivianos (otro valor que no había sido mencionado en el tour). Allí llegó otro guía y después de la charla nos comentó que debíamos pagarle 15 bolivianos cada uno, las personas se molestaron bastante y decidieron reclamar al final el guía no tuvo más remedio que recibir solo de aquellos que lo deseaban, en mi caso solo di 5 bolivianos, la verdad que resulta ser demasiado irritante que estén cobrando por cada cosa y antes de llegar a las isla de la Luna, resulta que también se debía pagar otros 10 bolivianos, en la embarcación había un turista peruano que ya había hecho el tour antes y después de pelear con el guía dijo que el no pagaría, que él ya había hecho el tour y sabía que no era necesario pagar, siendo así decidimos seguir a este señor y de hecho no fue necesario pagar, caminamos por la isla del sol atrás del turista peruano y vimos la hermosa vista desde la isla del sol y este turista peruano se convirtió en guía pues nos contó la historia de la isla.

Regresando a la ciudad, junto con Lucas el amigo brasileño decidimos buscar un hotel y después de buscar por varios lugares encontramos un hotel donde cada uno pagaba 30 bolivianos, así que decidimos estar ahí y me alisté para mi siguiente viaje hacia La Paz.

DIA 2: Copacabana – La Paz.

Este fue un trayecto de 150 Km, sin embargo era un camino que no era complicado, tenía muchas subidas y bajadas, con paisajes andinos hermosos, escoltado por varios nevados. Algo interesante en el trayecto, fue que lo inicié siendo viernes santo y este día muchas personas llegan caminando y en bicicleta hasta Copacabana que es la ciudad de “nuestra señora de Copacabana”, así que en el camino pude saludar a varios de ellos.

Desde Copacabana debo llegar a San Pedro para tomar un ferri que atravesase el estrecho Tiquina en el lago Titicaca hasta San Pablo y continuar el camino hacia La Paz.

Para este camino decidí llevar comida en mi mochila y me sirvió bastante pues por ser un día festivo no había muchos lugares abierto para visitar.

Después de varios km, la vía se convirtió en un falso plano constante, las bajadas desaparecieron, era un plano inclinado que comenzó a exigirme pedalear sin descanso, en un momento del camino me sentí desesperado pues no encontraba lógico que si Copacabana estaba a 3810 msnm y La paz a 3600, yo tuviera que subir cuando lo que debía era bajar; solo fue hasta que llegué a El Alto la ciudad vecina de la paz que entendí, esta ciudad está a 4200 msnm, y la paz que está enseguida está en una especie de acantilado debajo de El Alto.

Llegando al Alto prácticamente ya estaba en La Paz, fueron 8 horas de camino, allí el camino era bastante confuso para llegar hasta La Paz, preguntando unos ciclistas que pasaron cerca me dijeron que la mejor forma era ir en teleférico ya que en el teleférico podía llevar la bicicleta y así pude utilizar el mayor atractivo de La Paz junto a mi bicicleta.

En la Paz, fui al centro de la ciudad, justo atrás de la Plaza Murillo, un hostal en un cuarto compartido con otras tres personas pagando 25 bolivianos con derecho a desayuno.

La Paz es una ciudad grande y muy alta, con varias plazas y un lindo centro histórico, pude recorrer estos atractivos en un solo día, por lo menos los que me recomendaron los lugareños; sin embargo volví a tener una mala experiencia esta vez en una barraca de una feria que se instala en los alrededores de la catedral; allí había un puesto de postres, tenía tanto sin comer un postre que quería aprovechar por lo que me acerqué y pregunté el precio, la señora me observó y dijo que eran 10 bolivianos, me pareció un buen precio y decidí comprar uno, mientras lo comía en el mismo lugar llego otra personas (boliviano) y tomó uno y a este solo le cobraron 5 bolivianos, yo pregunté a la señora porque a mí me había cobrado 10, esta me responde en un tono bastante incomodo que el que yo había comprado que era de chocolate costaba 10, los demás eran a 5; me sentí robado y sumamente incómodo, ya había pasado una mala experiencia en Copacabana porque me querían cobrar a más y esta vez también la tuve en La Paz, a partir de allí entendí que lo mejor era siempre comprar en supermercados y lugares en los cuales yo pudiera ver el precio para pagar.

DIA 3: La Paz – Oruro.

Este trayecto fue demasiado extenuante, realmente no descansé lo suficiente y me apresuré a salir solo porque me sentí irritado por lo que aconteció con el postre, me sentí muy cansado por más que pude avanzar con mucha energía los primeros Km, los últimos ya descansaba cada 40 minutos, lo que no me permitía avanzar demasiado, al final solo pude llegar pedaleando hasta Konani, a 145 Km de La Paz, allí ya eran las 4 pm, y aún faltaban muchos Km para alcanzar Oruro, me puse una meta que no podría alcanzar, allí busqué hospedaje, pero no encontré, Konani es un pequeño pueblo, donde hay una fuerte raíz indígena en sus pobladores que parecen no estar muy acostumbrados con visitas. Como no encontré un lugar para hospedarme, decidí ir a la autopista que por cierto tiene un estado muy bueno, es una vía nueva que Comunica La Paz con Oruro, así que allí esperando en una parada de Autobús, pude tomar uno que me llevase hasta Oruro que se encontraba a 75 Km todavía. El autobús me cobró tan solo 40 bolivianos y me dejó en la terminal de transporte en 1 hora y media, así llegué a Oruro y pude disfrutar unos cuantos minutos de sol antes de que este se pusiera.

En Oruro, me hospedé en el “Alojamiento Capri” por una diaria en cuarto simple por solo 30 bolivianos, así que decidí pagar dos noches, para descansar y continuar mi camino.

Oruro es una ciudad minera, donde históricamente los españoles explotaron varios minerales y en la actualidad su economía también depende de la minería, es una ciudad árida y seca; visité tres atractivos importantes de la ciudad el día que decidí estar allí.

  • Monumento a la virgen del Socavón, que queda en lo alto de una colina y se pude admirar una panorámica excelente de la ciudad.

  • Monumento “El casco minero”, un monumento de un casco que queda en una rotonda dentro de la ciudad.

  • El faro Conchupata, Es un faro que queda en el piedemonte de una montaña dentro de la ciudad, la vista no es tan linda, pero tiene un gran significado que tiene que ver con la izada de la última bandera que se estableció en Bolivia.

DIA 4: Oruro – Sucre.

Descubrí que sucre es la capital de Bolivia y no la Paz como siempre lo había pensado, sin embargo Sucre no estaba dentro de mi recorrido y me alejaría mucho de la vía que me conduciría a Uyuni, desde Oruro estaba a tan solo de 317 Km de Uyuni, hasta Sucre desde Oruro serían caso 500 Km, y me quedaría a una distancia de 350 Km de Uyuni; así que decidí tomar un autobús hasta Sucre y así conocer la capital de constitucional e histórica de Bolivia y desde ahí ir hacia Uyuni y así también conocería Potosí.

Conociendo Sucre.

Sucre es una lida ciudad, una ciudad histórica vestida de blanco con calles estrechas, un mercado con mucho comercio y lindas plazas; Sucre fue para mí la ciudad más linda de Bolivia y que vale mucho la pena visitar, allí se pueden ver los antiguos edificios en los que hoy funcionan diferentes organizaciones gubernamentales, hay palmas en las plazas, y se puede andar la ciudad fácilmente.

Siempre acostumbro buscar alojamientos cerca de la terminal o de los centros históricos porque es donde hay más opciones y se puede negociar, esta vez me hospedé cerca de la terminal y conocí la ciudad, pero de nuevo tuve una mala experiencia que esta vez me hizo querer salir de Bolivia, porque sentía que cada vez que compraba algo me estaban cobrando más, ya no confiaba en los comerciantes bolivianos.

Fui a un café internet para usar el computador e imprimir un documento que mandó un amigo que vive en chile, una carta de invitación, caso que yo la necesitara futuramente; la hora de Internet era 2 bolivianos, este precio estaba anunciado en la entrada del local, pero el precio de la impresión no estaba anunciado, cuando imprimí el documento y fui a pagar mi cuenta me cobraron 7 bolivianos y quise saber por qué; ellos me dijeron 2 de internet y 5 de impresión, me pareció absurdamente cara la impresión pero pensé que sería por cuenta de insumos caros o algo así, así que lo pagué pero no me sentí confiado. Quise ir en otro café internet y pregunté lo mismo, ella me dijo que era 50 centavos de boliviano. Me sentí demasiado indignado, eso ya había acontecido mucho. Decidí que no quería estar más en Bolivia, no quería ser más robado de esa forma, fui al hotel, tomé mis cosas, el funcionario del hotel quiso cobrar una noche más porque me pasé una hora del check-out y realmente quería pasar una noche más, pero después de eso ya no quería; le dije disculpe pero yo no pagaré nada, me voy ya de aquí no me aguanto más la forma en como ustedes se aprovechan del turista, esta persona solo dijo entonces debe pagar 15 bolivianos porque usted dejo su maleta aquí y usted no se va a aquedar, ahí respondí, vio de eso es lo que hablo ustedes buscan cualquier excusa para sacar dinero de las personas, no pagaré nada, ya me voy de aquí, tuve miedo que llamara a la policía pero salí del hotel y no hizo nada, tal vez me vio tan ofendido que no quiso hacer nada de más.

Fui a la terminal y compré un pasaje para Uyuni que salía hasta las 8 pm, y solo esperé las 6 horas restantes y tomé camino hacia el atractivo que me llevo a querer conocer Bolivia.

DIA 5: Sucre – Uyuni.

Este viaje fue hecho en autobús, tardó 8 horas y pude dormir en el camino, lo único que lamento además no haber podido continuar en bicicleta, es que no pude conocer Potosí.

Llegando Uyuni, conocí la ciudad y fui en bicicleta hasta el inicio del salar, resultaba difícil entrar con la bicicleta en el salar además de como la sal quedaba pegada en muchas partes de la bicicleta y a futuro podría deteriorarla, regresé a Uyuni desde el salar y tuve que lavar mi bicicleta, así que decidí comprar un tour de todo un día por un muy buen precio y que esta vez sí se cumplió todo lo que ofrecieron. El conductor fue muy amable y Uyuni consiguió restaurar la imagen que había creado de Bolivia, porque en Uyuni realmente la gente fue muy amable.

Allí llegando del tur, decidí ir a cambiar algo de dinero para continuar mi viaje hacia Chile en el siguiente día. Justo saliendo de la casa de cambió me encontré con Marcos el mexicano que conocí en Puno Perú, fue una grata sorpresa verlo, nos sentamos a platicar, él viajaba esa mismo noche hacia La Paz, donde regresaría para México. Conversamos nuestras experiencias de viaje y lo que venía a futuro, antes de retomar nuestros camino, el sacó de su mochila un bálsamo para labios, un protector solar, una chaqueta cortavientos, un puff y 6000 pesos chilenos y me los dio, yo no quería recibirlos, pero él me dijo que Dios siempre lo bendijo a él de múltiples formas y él sabía que me servirían más a mí que a él, así que lo acepté y él me dijo tal vez más adelante encuentres alguien a quien quieras entregarlo y estará bien.

DIA 6: Uyuni – Culpina K

Saliendo temprano, quería llegar hasta Culpina K que eran tan solo 100 Km, y un camino que aunque no es pavimentado, daba para avanzar con tranquilidad porque era prácticamente plano, sin embargo después de las 9 am, comenzó a ventar tan fuerte que se volvió muy complicado pedalear, se levantaba mucho polvo, piedras que golpeaban mi cara, tuve que tapar mi rostro y ojos tanto como pudiese, pero parar era complicado porque el viento quería arrastrar mis cosas. Muchos momentos tuve que bajar de la bicicleta y caminar porque no podía pedalear, nunca sentí tanto viento, desafortunadamente solo llevaba pan conmigo el tiempo pasó y tuve hambre, hasta por fin llegar a San Cristóbal a las 3 pm y pude comprar un atún en el mercado y comí con el pan. Y decidí continuar hacia Culpina K que ya estaba muy cerca de este lugar, tan solo 25 Km, pero fueron 25 Km que se convirtieron en 60, demoré 3 horas en llegar, tuve que caminar por varios Km, el viento parecía cada vez peor. Llegué casi siendo de noche a Culpina K, una ciudad minera que después de las 7 pm, la ciudad se convierte en una ciudad fantasma, pude comprar varias cosas en un tienda antes de ella cerrar, pagué un hotel por 40 bolivianos y decidí salir temprano a tomar el autobús hasta la frontera, porque en la televisión pronosticaron que los vientos serían incluso mayores para el siguiente día, alcanzaría velocidades de hasta 70 Km y no quería tener que caminar y pasar por lo mismo que había pasado este día.

DIA 7: Culpina K – Ollague.

Saliendo a las 5 am, decidí empezar a pedalear cuanto más temprano, pues el trayecto sería tan complicado como el anterior, camino y viento igual de fuerte, por fortuna llevé suficiente comida, puesto que no habían muchas poblaciones hasta llegar a Ollagüe en Chile, al final terminé llegando a la última ciudad en Bolivia a las 3 pm, hice el trámite de migración y me dirigí hacia Chile, donde debí adelantar el reloj por una hora pues el huso horario cambiaba, así ingresé a Chile y comencé una nueva historia.


 
 
 

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